Descubre la auténtica esencia de la isla explorando sus fascinantes calas, cada una con su encanto único y entorno natural que te dejará sin palabras.
¿Cuáles son las calas más bonitas de Ibiza?
A continuación, las encontramos ordenadas según su popularidad histórica y su afluencia turística:
Es Caló de S’illa
Se encuentra en la localidad de Sant Miquel, en la costa norte de la isla.
El acceso puede ser tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 40-50 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias.
Descubre la magia de Es Caló de S’illa, una pequeña cala en la costa de Ibiza que te transporta a un mundo de serenidad. Su encanto reside en la simplicidad y la belleza natural: aguas cristalinas acarician la suave arena, mientras acantilados circundantes crean un abrazo protector. Este rincón paradisíaco, alejado del bullicio turístico, invita a sumergirse en la calma del Mediterráneo. El acceso a pie garantiza una llegada pausada, revelando gradualmente la tranquilidad que aguarda. Es Caló de S’illa es más que una playa; es un santuario de serenidad, donde cada ola susurra historias de paz y cada rayo de sol pinta el lienzo de la relajación perfecta en la maravillosa isla de Ibiza.
Debido a estas características es considerada relativamente conocida pero menos concurrida que algunas de las calas más famosas de la isla.
Punta Galera
Pertenece a Sant Antoni de Portmany, en la costa oeste.
Su acceso puede ser tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 25-35 minutos aproximadamente, suele haber estacionamiento cercano por lo que la caminata es breve. Asimismo, es adecuada para familias.
Punta Galera se erige como un enclave único que fusiona la belleza rocosa con la serenidad del mar. Este rincón es conocido por sus formaciones rocosas que se extienden hacia el mar, creando piscinas naturales poco profundas. Su singularidad reside en las rocas planas que sirven como plataformas perfectas para disfrutar del sol y sumergirse en aguas tranquilas.
El acceso a Punta Galera es sencillo, con una breve caminata desde el estacionamiento, lo que hace que sea una elección popular para aquellos que buscan un día relajado junto al mar. Las vistas panorámicas de la costa oeste, especialmente al atardecer, son impresionantes y hacen de este lugar un favorito entre los locales y los visitantes.
Este refugio rocoso ofrece una experiencia única en Ibiza, donde la naturaleza caprichosa esculpe un paisaje que combina la comodidad de la tierra firme con la frescura del mar. Punta Galera, con su ambiente tranquilo y sus vistas espectaculares, invita a los amantes de la naturaleza a sumergirse en la autenticidad de la isla blanca.
Y es que, aunque se trata de una cala popular, puede ser menos conocida pero apreciada por aquellos que buscan lugares más tranquilos.
Es Canaret
Pertenece a la localidad de Sant Joan de Labritja, en la costa norte.
Se puede acceder tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias.
Es Canaret, un secreto bien guardado en la costa de Ibiza, despierta el espíritu aventurero de aquellos que buscan la autenticidad en sus viajes. Esta joya costera revela un espectáculo impresionante de aguas cristalinas y fondos marinos vibrantes, atrayendo a buceadores y amantes de la naturaleza por igual. Rodeada de acantilados majestuosos, la cala ofrece un refugio sereno lejos de las multitudes, donde el sonido suave de las olas se mezcla armoniosamente con la melodía de la naturaleza.
Acceder a Es Canaret implica explorar senderos costeros desde la carretera principal, una aventura que se convierte en parte integral de la experiencia. Cada paso revela paisajes costeros sorprendentes y la promesa de un oasis tranquilo al final del camino. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en las aguas transparentes, explorar la vida marina o simplemente relajarse en la serenidad del entorno. Es Canaret es más que una cala; es un testimonio de la belleza natural preservada de Ibiza y una invitación a conectarse con la esencia pura de la isla.
Además, estar en la costa norte, le ha permitido ser menos conocida pero muy apreciada por aquellos que buscan un lugar tranquilo.
Racó de ses dones
Pertenece a la localidad de Santa Eularia des Riu, en la costa nordeste de la isla.
Su acceso puede ser tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 33-45 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias.
Racó de ses dones, una pequeña joya en la costa de Ibiza, deslumbra con su encanto íntimo y su belleza natural. Accesible a través de una apacible caminata desde la carretera principal, esta cala se revela como un remanso de serenidad en la isla blanca.
La playa de Racó de ses dones es pequeña pero acogedora, con aguas cristalinas que acarician suavemente la orilla de arena. Rodeada de paisajes rocosos, invita a los visitantes a desconectar y disfrutar de la paz que solo un lugar tan apartado puede ofrecer.
Lo que hace especial a Racó de ses dones es su atmósfera única, un escape tranquilo que permite a los visitantes sumergirse en la autenticidad de la costa ibicenca. Aquí, el sonido suave de las olas se mezcla con la brisa marina, creando una sinfonía relajante que invita a la contemplación. Racó de ses dones es una prueba de que, en Ibiza, la grandeza puede encontrarse en los rincones más modestos, donde la simplicidad se convierte en la verdadera esencia de la belleza natural.
En este caso, se trata de una opción menos conocida, ofreciendo así una experiencia más tranquila.
Es Pujolets
Se encuentra en Sant Josep de sa Talaia, en la costa suroeste.
Se puede acceder a ella tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias.
Es Pujolets deslumbra con su encanto sereno y su autenticidad bien conservada. Rodeada de exuberante vegetación y acantilados escarpados, esta cala ofrece una escapada tranquila lejos de las rutas turísticas convencionales.
El acceso a Es Pujolets generalmente implica una caminata desde el encantador pueblo de Sant Josep, añadiendo un toque de aventura a la experiencia. Al llegar, los visitantes son recibidos por aguas poco profundas y arena dorada, creando un escenario perfecto para aquellos que buscan relajarse y disfrutar de la naturaleza virgen.
Es Pujolets no solo es una playa; es un refugio natural que permite a los exploradores conectarse con la esencia salvaje de Ibiza. Las aguas cristalinas invitan a explorar la vida marina, mientras que los alrededores ofrecen senderos para descubrir la flora y fauna local. En Es Pujolets, la simplicidad y la serenidad convergen, brindando a los visitantes una experiencia auténtica en la maravillosa isla blanca.
Dadas las características de su acceso, puede ser menos conocida en comparación con otras calas de la isla.
Cala d’en Serra
Se encuentra en Sant Joan de Labritja, en la costa norte.
Su acceso puede ser tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 35-45 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias con niños mayores.
En la punta norte de Ibiza, Cala d’en Serra se revela como un santuario escondido, envuelto por acantilados escarpados y naturaleza indómita. Esta cala se distingue por su carácter aislado y su encanto rústico, ofreciendo a los visitantes una experiencia inolvidable lejos de las multitudes.
El acceso a Cala d’en Serra generalmente implica una caminata escénica desde Portinatx, donde los senderos serpentean a través de paisajes fascinantes. Al llegar, los visitantes son recibidos por aguas turquesas y una playa de guijarros, creando un telón de fondo impresionante para un día de tranquilidad junto al mar.
Cala d’en Serra es un paraíso para los amantes de la naturaleza, donde se puede explorar la vida marina en sus aguas cristalinas o simplemente relajarse bajo el cálido sol ibicenco. La sensación de aislamiento y la serenidad que ofrece hacen de Cala d’en Serra un lugar idílico para aquellos que buscan escapar del ajetreo y reconectar con la autenticidad de la costa norte de Ibiza.
Y es que, aunque se trata de un lugar conocido, su ubicación la ha mantenido menos concurrida que otras.
Cala Llentrisca
Pertenece a la localidad de Sant Josep de sa Talaia, en la costa suroeste de la isla.
Su acceso puede ser tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias con niños mayores.
En la costa suroeste de Ibiza, la remota y virgen Cala Llentrisca se presenta como un santuario natural de serenidad. Rodeada de acantilados imponentes y salpicada por aguas transparentes, esta cala ofrece una experiencia auténtica e inexplorada. Su acceso limitado a pie o por mar garantiza la preservación de su encanto prístino.
La caminata hacia Cala Llentrisca desde los senderos cercanos se convierte en una odisea visual, revelando vistas panorámicas de la costa ibicenca. Al llegar, los visitantes son recompensados con una playa de arena suave y aguas turquesas, un remanso de paz alejado del ajetreo. Esta retirada idílica es ideal para aquellos que buscan desconectar y conectarse con la naturaleza.
Cala Llentrisca, con su aura intocada, invita a explorar sus rincones escondidos, a sumergirse en sus aguas claras y a disfrutar de la tranquilidad que solo un refugio natural tan bien conservado puede ofrecer. Este tesoro oculto se presenta como una postal de la Ibiza más auténtica y virgen, un lugar donde la simplicidad se encuentra con la belleza en su forma más pura.
Se trata de una de las menos visitadas en comparación con otras calas más accesibles.
Ses Balandres
Se encuentra en Sant Antoni de Portmany, en la costa noroeste.
Se puede acceder tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias con niños mayores.
Ses Balandres, escondida en la costa ibicenca, se presenta como un refugio natural que deleita a los exploradores con su misteriosa belleza. Rodeada de acantilados imponentes, esta cala se encuentra alejada de las rutas turísticas convencionales, lo que la convierte en un destino exclusivo para aquellos que buscan la autenticidad de Ibiza.
A medida que los visitantes se acercan, los acantilados se alzan majestuosos, revelando una playa de arena dorada y aguas cristalinas. La atmósfera tranquila invita a disfrutar del sol en un entorno natural preservado.
Ses Balandres es más que una cala, es un rincón escondido que ofrece una conexión íntima con la costa virgen de Ibiza. Sus aguas serenas y vistas espectaculares proporcionan un escape para aquellos que buscan la belleza sin adulterar de la isla. En Ses Balandres, la naturaleza revela su esplendor en cada ola que acaricia la costa y cada rincón de su paisaje natural imponente.
Se trata de una cala menos conocida debido a su ubicación más remota y su acceso desafiante.
Cala Aubarca
Se encuentra en el municipio de Sant Antoni de Portmany, en la costa oeste.
Su acceso puede ser tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias.
La playa de Cala Aubarca, con su arena dorada y aguas turquesas, invita a los visitantes a sumergirse en un ambiente relajado. La pureza de sus aguas las convierte en un escenario ideal para practicar snorkel y explorar la vida marina local. Además, los acantilados circundantes proporcionan una vista panorámica espectacular de la costa ibicenca.
Cala Aubarca no solo es una joya visual, sino también una experiencia sensorial que captura la esencia intocada de Ibiza. Este rincón tranquilo se presenta como un recordatorio de la belleza natural que la isla tiene para ofrecer, donde la conexión con el entorno se convierte en el verdadero lujo.
Por otro lado, aunque hermosa, su ubicación en el norte de la isla la ha mantenido menos concurrida que las calas del sur.
Sa Pedrera de Cala D’hort
Se encuentra en Sant Josep de sa Talaia, en la costa suroeste de la isla.
Se puede acceder tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y, además de que no cuenta con estacionamiento cercano, el terreno es irregular, por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias con niños mayores.
Más comúnmente conocida como Atlantis, esta maravilla de Ibiza es mucho más que una simple cala; es un enigma histórico y un rincón místico de la isla. Su acceso, a través de un sendero desde Cala d’Hort o por mar desde Es Cubells, añade un toque de aventura a la experiencia.
Lo que hace única a Atlantis son las formaciones rocosas talladas y los vestigios de arte rupestre que la adornan. Considerada por algunos como un lugar espiritual, su historia se mezcla con leyendas locales y creaciones artísticas de visitantes que han dejado su huella en las piedras. La energía única de Atlantis, combinada con sus aguas cristalinas y vistas panorámicas, crea un ambiente que va más allá de lo convencional.
Aunque la cala puede estar más concurrida que en el pasado debido a su popularidad, cada visita a Atlantis sigue siendo una exploración en el misterio y la maravilla. Este rincón revela que, en Ibiza, la conexión entre lo natural y lo espiritual puede ser tan palpable como las olas que besan su costa.
Por lo tanto, destaca que, a pesar de su singularidad, el difícil acceso ha limitado su popularidad en comparación con otras calas.
Cala Portixol
Se encuentra en Sant Joan de Labritja, en la costa norte.
Se puede acceder tanto por mar como por tierra. Desde Ibiza en coche está a 30-40 minutos aproximadamente y no cuenta con estacionamiento cercano por lo que se accede a pie. Asimismo, es adecuada para familias.
Portixol, una joya escondida en la costa de Ibiza, cautiva con su belleza natural y su encanto sereno. Esta pintoresca cala, alejada del bullicio turístico, ofrece aguas cristalinas que invitan a sumergirse en un paraíso acuático. Rodeada por acantilados imponentes y vegetación exuberante, Portixol es un refugio tranquilo para aquellos que buscan escapar del ajetreo diario. Con su arena dorada y aguas tranquilas, la cala se convierte en el lugar perfecto para disfrutar de un día de relajación y conexión con la naturaleza. Portixol, un secreto bien guardado, espera ser descubierto por aquellos que buscan experiencias auténticas en la hermosa isla de Ibiza.
Como sucede con las otras calas del norte de la isla, está poco frecuentada por turistas en comparación con las del sur. Por lo que se trata del lugar perfecto para aquellos amantes de la tranquilidad.
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